Sé tú mismo quien decide sobre tu propia vida y tus emociones: intenta tomar decisiones de una manera racional dejando de lado la impulsividad. Cuando las cosas han ido mal no te tortures con los ‘por qué’ y céntrate en el ‘cómo superarlo o resolverlo’ en los casos en los que así se puede.
No te avergüences de sentir emociones negativas como el miedo, la ansiedad, la tristeza o la rabia. Sufrir ante situaciones adversas es sinónimo de salud mental.
Tú eres tu principal aliado: debes confiar en ti y en tus logros para automotivarte en las ocasiones en las que lo estás pasando mal.
Construye a lo largo de tu vida una adecuada red de personas (familia, amigos, etcétera) que te hagan sentir querida y segura. Las relaciones sociales positivas cumplen una función de apoyo social que amortigua el efecto de las emociones negativas y fortalecen tu resiliencia.
Falto cronica de sociales
ResponderEliminar